Consistencia muy compacta y como bien dice su nombre "húmeda".
Recomiendo totalmente comerla cuando ha enfriado. No seáis impaciente y la comáis caliente, ni templada. Nada que ver si esperáis que enfríe totamente.
Con un trozo no muy grande ya tendréis suficiente.
Ingredientes para un molde de 20-22 cm:
- 370 gr. de mantequilla pomada (a temperatura ambiente, bien blandita)
- 370 gr. de azúcar
- 370 gr. de harina
- 6 huevos
- 150 ml. de leche tibia
Con la ayuda de unas varillas batimos el azúcar con la mantequilla hasta que se obtenga una masa cremosa.
Sin dejar de batir agregaremos uno a uno los huevos.
Ahora a mano ir agregando de forma intercalada y poco a poco la harina, luego la leche... volvemos a la harina, luego la leche..., con la ayuda de una espátula y con movimientos lentos envolventes. Muy importante este paso.
Como bien os he comentado, esta torta no necesita de ningún relleno. Pero si queréis, a la masa le podéis agregar alguna pepita de chocolate, trocitos de fruta confitada, ralladuras, esencias... A mí tal cual me encanta. Pero recordad ! Dejar enfriar totalmente.
Colocad en el molde previa y ligeramente engrasado, y hornear a 150ºC unos 45-50 min. Ya sabéis que según el horno. Importante que introduzcáis un palillo y os fijéis si sale limpio completamente.
Y sí. Es correcto. Esta torta no lleva levadura.
Como toque final la podéis espolvorear por encima con azúcar glass con la ayuda de un colador para que así sea más fino y no caiga con gránulos.
Hay personas que prefieren los bizcochos ligeros... este tipo es diferente. Siempre está bien probar diferentes estilos.
Besos.
Rose
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